Arquitecto Puerta35 Arquitectura
Fotografía José Ramón Oller
LocalizaciónTenerife
Casa Serma

La luz y las vistas son dos conceptos básicos sobre los que se plantea esta vivienda firmada por el estudio Puerta35 Arquitectura, un estudio que ya cuenta con gran experiencia en viviendas singulares en los que interiorismo y arquitectura se funden en una sola.

Ubicada en una zona residencial con vistas privilegiadas al océano Atlántico, la topografía del terreno ha sido considerada cuidadosamente en el diseño de la vivienda, resultando en un acceso a un nivel inferior con respecto al entorno exterior.

Los propietarios buscaban una vivienda que combinara funcionalidad y belleza arquitectónica. Para lograrlo, se plantearon espacios flexibles, amplios y llenos de luz natural.

El tratamiento de la envolvente de la casa es coherente con su interior, presentando una fachada cerrada en los lados para garantizar la máxima privacidad en relación con las parcelas adyacentes, mientras que en sentido transversal se abren grandes ventanales que permiten la conexión visual con las vistas y los espacios exteriores.

El proyecto se caracteriza por una provocación formal y una intencionalidad clara, materializándose mediante planos verticales y horizontales en tonos blancos, rematados con una elegante cornisa que abarca todo el volumen. El aluminio plateado y el vidrio son los únicos materiales que acompañan al blanco de la fachada, dejando que la luz natural juegue un papel fundamental en la estética de la vivienda.

El plano horizontal se resuelve con un pavimento pétreo de gran formato que se extiende tanto en el interior como en el exterior, excepto en los amplios ventanales que se integran por debajo del nivel del suelo. En el interior, los paramentos verticales se presentan en blanco, en contraste con el verde del jardín exterior, creando un efecto visualmente impactante.

La iluminación interior se ha diseñado cuidadosamente con luces indirectas lineales, complementadas con luminarias puntuales de haz invisible que se integran de forma sutil en el entorno.

En el exterior, la superficie natural domina el entorno, permitiendo que las áreas de circulación exterior se fusionen con el mismo pavimento pétreo utilizado en el interior. La piscina se concibe como una extensión del pavimento tanto interior como exterior de la vivienda. La coherencia y unión de todo el suelo de la vivienda ha sido posible gracias a un material minimalista que acompaña sin destacar: Fidenza Sand.

El cerramiento hacia la calle sigue la coherencia del proyecto, utilizando lamas verticales de tono gris que permiten entrever la casa desde el espacio público exterior.

La vivienda se desarrolla en tres niveles: en el primer nivel, en contacto con la calle, se encuentran el aparcamiento y los espacios de almacenamiento; en el segundo nivel, se desarrolla el área de día de la vivienda junto con las zonas exteriores; y en el tercer nivel se ubican las habitaciones.

El área de día de la vivienda se conecta directamente con el jardín trasero y la piscina. Se ha concebido un espacio diáfano que gira en torno a un elemento central. Este elemento central cumple una doble función, por un lado, sirve como área de circulación a través de una gran biblioteca y, por otro lado, alberga la cocina. El salón y el comedor se relacionan con el exterior gracias a grandes puertas correderas, logrando que el interior y el exterior se fusionen en un único espacio.

En la zona de noche de la vivienda, se encuentra una amplia suite con vistas al mar y dos habitaciones que se abren al jardín y la piscina, permitiendo una conexión constante con el entorno natural.